Los 3 TIPOS de MEZCLA que NADIE te enseña al empezar…. Y cómo evitarlo.
Si apenas estás arrancando tu camino como ingeniero o productor… Esto te va a sonar demasiado familiar.
Y si ya llevas años en esto… Seguro también te va a doler un poquito el recuerdo.
Hoy te quiero hablar de tres tipos de mezcla que, aunque NO te enseñan en ninguna escuela… Todos nos topamos tarde o temprano.
1. La “SÁLVAME si puedes”
(Y probablemente ya te tocó)
Son esas mezclas donde TODO está mal desde el principio:
- Grabaciones pobres
- Arreglos que no arreglan nada
- Músicos fuera de tiempo y sin idea de tono
Y para colmo… El cliente quiere sonar como Maroon 5.
Yo también caí ahí. Recién salido de Berklee, regresé a Monterrey con la emoción de producir a una banda “soñadora”… Pero el estudio era un desastre.
Los instrumentos parecían sacados de una venta de garage. Y los tracks… uf. Querían sonar como Adam Levine, pero ni metrónomo usaban.
¿La lección?
Sí, puedes sorprender al cliente si eres bueno… Pero no es material para tu portafolio. Solo te sirve para aprender a sacar agua de las piedras.
2. La “TOMA TÚ las decisiones”
¿Te ha tocado? Clientes que te mandan la sesión y te dicen:
“Ahí te van varias tomas… tú elige la mejor.” “Si tienes un mejor piano, cámbialo.”
“Si encuentras una toma buena de voz… úsala tú.”
No. NO.
Esto no es mezcla. Esto es producción encubierta.
Y si tú no estuviste en el proceso creativo desde el inicio… No deberías estar eligiendo ni tonos ni compings.
¿Mi consejo?
Si ves venir esto, aléjate. O cobra producción también, porque eso ya no es tu chamba.
3. La “BARATA sale CARA”
Todos hemos pasado por ahí. Querer agarrar cualquier cliente con tal de “tener trabajo”…
Y terminas con uno que:
- Regatea desde el primer mensaje
- Pregunta cuánto le cobras por pista
- Te pide descuento “porque solo son tres canales”
¿Y sabes qué pasa? Son los más demandantes.
Los más difíciles. Y los que MENOS valoran tu trabajo.
Al final, te pagan poco… Te desgastan mucho…
Y te dejan un sabor AMARGO. Mi regla hoy en día:
Si alguien empieza preguntando por descuentos, ya sé que no va a valer la pena.
¿Te identificaste con alguno? Lo importante es aprender.
Y poner límites. Porque tu tiempo, tu experiencia y tu talento sí tienen valor.
Y merecen ser respetados.
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